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Ignacius calvus y su quijotus maximus

Iunius

Esta semana para Mundus Romanus, contamos con la colaboración en exclusiva de Ignacius Calvus, que hoy nos presenta su nueva hobra maestra que se publicará proximamente.Le hemos pedido al señor Calvus que nos cuente como surgió esta nueva versión tan pintoresca de la obra que todos conocemos y estas han sido sus palabras

 “Mi nombre es Ignacius Calvus y os voy a contar la graciosa forma en la que fui ca- paz de crear esta obra que no tiene otra inten- ción que la de sacar una sonrisa a todo aquel que lo lea. Todo empezó cuando quise seguir los pasos que los dioses decidieron para mi. A los XX años emprendí el camino hacia uno de los rincones más lejanos del Imperio, Hispania, con el objetivo de transformarme en uno de los mejores sacerdotes del dios Apolo. Al princi- pio todo fue con normalidad, pero mi instruc- tor era sumamente estricto y al menor deslíz que cometieramos yo o mis compañeros des- embocaba en un duro castigo. En una de esas sanciones, yo debía traducir un antiguo texto (sobre un senador que de tanto leer mitos y le- yendas heroicas, decide emprender la aventura y transformarse él mismo en uno de los perso- najes que tanto admiraba) a la lengua vernácula del territorio. La cosa no salió muy bien por- que yo tenía unos conocimientos muy limita- dos sobre la lengua hispánica y acabé haciendo una mezcla bastante cómica que sacó algunas carcajadas a mi instructor. Desde ese momento decidí continuarla y ahora que estoy en Roma quiero publicarla para todos aquellos que es- tán aburridos de las típicas leyendas o mitos que todos conocemos y que aparecen hasta en la sopa, para que puedan reirse un rato y ol- vidar, aunque sea por unos instantes, la dura realidad a la que ahora nos enfrentamos todos”.

Incendio en una tabernae Antediem XVIII calendas iulius

El pasado día se prodijo un incendio en las tabernae de varias domos pertenecientes a algunos de los comerciantes de alfombras más famosos de toda Roma. Según las autoridades, el incendio fue provocado por por varios esclavos fugados conta sus due- ños (propietarios de las domus afectadas) utilizando varias antorchas encendidas y tirandolasal interior de las tabernae. Gracias a los dioses no hay fallecidos ni heridos ya que las domus se encontaban vacias en el momento del incidente y solo hay que lamentar los cuantiosos daños materiales.Se pide a los ciudadanos que tengan precaución en las noches especialmente, porque los individuos se encuentran armados y pueden llegar a ser potencialmente peligrosos

Previsiones de futuro: Roma existirá otros mil años

En una de nuestras numerosas visitas al Oráculo, hemos decidido preguntar sobre el futuro de nuestro Imperio dadas las circunstancias actuales. Desgraciadamente para todos, en este año hemos perdido a nuestro amado emperador Julio César y se han desatado una serie de guerras civiles a lo largo y ancho del territorio. Según los oráculos la tormenta ya ha pasado, y lo único que le espera a la nación es un futuro más brillante que los rayos que envía el propio Zeus desde el cielo. Se avecinan nuevos descubrimientos en las artes y en las ciencias, transformando así esta época en una verdadera joya para las generaciones futuras. También han augurado una época dorada en nuestra literatura con genios tan prometedores como Virgilio o Muguelus Cervantus. En el campo de la política y la sociedad, las previsiones no son menos optimistas, ya que se espera el reinado de varios hombre sabios y justos que serán guiados por los dioses para hacer de Roma una civilización prospera basada en la justicia de los hombres y la sabiduría de las artes y las ciencias. En conclusión, todo nuestro futuro es un pergamino en blanco esperando a que los grandes hombres dejen escrita nuestra historia, pero recuerde querido lector “Memento vivere, tempus fugit”.

Octavio Augusto Antediem VII calendas iulius

Queridos lectores de Mundus Romanus, gracias a un permiso especial nuestro humilde periódico ha conseguido una entrevista a uno de los personajes más importantes de la actualidad y, que sorprendentemente aún no ha declarado ante los medios en el poco tiempo que lleva en la ciudad. Sí, efectivamente, la domus imperial abre de nuevo sus puertas a uno de nuestros redactores, Septimus, para entrevistar al joven Octaviano que nos recibe en un hermoso peristilo.

-¡Salve, Octaviano!

-¡Salve!

-Muchas gracias por conceder a Mundus Romanus su primera declaración oficial, es para nosotros un gran honor poder difundir entre los ciudadanos de Roma sus palabras.

-No hay nada que agradecer, me gusta valorar el esfuerzo de los pequeños periódicos por conseguir noticias originales y el espíritu de Mundus Romanus es admirable. Entre nosotros, nunca me han caído bien los de Acta Diurna -(con una sonrisa)

-Nos sentimos honrados y también queremos felicitarle por su reciente cumpleaños número XIX, se dice que el banquete fue el más espectacular de lo que llevamos de año.

-Es un detalle y muchas veces los rumores ensalzan mucho lo que en realidad solo fue una pequeña reunión con unos amigos.

-Hemos escuchado algunos rumores acerca de la razón que os ha impulsado a venir a Roma, pero preferimos que nos relate usted mismo los motivos de su estancia en la ciudad.

-Mis razones son muy simples y como podréis observar a continuación los rumores son ciertos, mi llegada a Roma tiene como único objetivo reclamar mis derechos como dirigente de la República.

-Estamos al corriente de que no es el único interesado en el puesto, ¿Cuáles son los atributos que le posicionan a usted por delante del resto? -Son simplemente los derechos que poseo al ser el sobrino de nuestro anterior gobernante, Cayo Julio César, que fue injustamente asesinado por los que él creía amigos y familiares. Algunos de esos delincuentes reclaman el puesto por el que asesinaron y es mi deber decir que no descansaré hasta que no los vea muertos.

-Otros de los aspirantes son veteranos en nuestro ejército, que no tienen manchadas las manos de la sangre de del pontífice máximo, que declararon a la prensa que usted era solamente un niñito mimado cargado de ambición sin capacidad de palabra que solo busca arruinar la política y hundir la republica ¿son esas afirmaciones ciertas?

-Por supuesto que son falsas y, es más, me veo capaz de decir que son ellos mismos los que las han difundido para desprestigiarme. He sido criado y educado por los mejores profesores de oratoria de la actualidad, por no decir que mi amadísimo tío me dio algunas de las claves fundamentales para dirigir la nación. En pocos días reclamaré en el senado el puesto que merezco por derecho.

-Desde Mundus Romanus le deseamos toda la suerte de los dioses para que logre su cometido y en futuros ejemplares de nuestro periódico podamos informar de su próxima investidura como dirigente de la Grandísima Republica Romana, el más grande de todos.

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